En la televisión y radio de los mandones de arriba, las y los maestros de la CNTE son el peor de los problemas de la ciudad y del país, un presidente ignorante y con poca formación, impone con la policía y el ejercito, una evaluación y un proyecto de educación hecho para beneficio de los de arriba, para empresarios y políticos que temen que el pueblo piense y razone. Por ello son hostigados, reprimidos, golpeados con saña por policías, soldados y paramilitares, se les ha criminalizado y juzgado como las peores personas en los medios de paga, para justificar la ofensiva que les ataca ahora y que crece día con día. La solidaridad con los maestros democráticos de la CNTE debe romper el cerco informativo y poner en el centro del debate el derecho a una educación y a un trabajo digno para todo el pueblo. Escuchar a los maestros de la CNTE es una tarea mínima para romper ese cerco informativo que contra ellos se ha levantado. Ellas y ellos han sido un ejemplo de dignidad y resistencia, un espacio donde ha crecido el pensamiento crítico y el apoyo a muchos de las comunidades donde laboran. Entender su problemática como trabajadores que somos todos los de abajo es una responsabilidad ética, solidarizarnos con su solidaridad, con la de las y los maestros de la CNTE que caminan al lado de las causas de los de abajo en todo el país. Con los padres y madres de familia de los 43 normalistas desaparecidos, al lado de pueblos originarios en la defensa de su territorio, con los rebeldes mexicanos que salieron a boicotear las elecciones del pasado 7 de junio, que acompañaron la caravana de los yaquis en defensa del agua, que en 2006 se levantaron en insurrección junto a un pueblo cansado de tantas arbitrariedades corridos con tanquetas militares del zócalo y otras plazas, y así en casi todas las resistencias de los de abajo. Los maestros han estado ahí, y por eso el trato de los poderosos es con desprecio. 
Contra ellas y ellos se ha levantado una guerra. El estado mexicano y los grupos que representan el gran capital, como «Mexicanos Unidos» (careta de la unión de grandes empresarios y ultraderechistas), mantienen un plan de difamación, descrédito, y mentiras para generar el aislamiento de la población y la apatía al discurso de los profesores. El objetivo: justificar la represión, manteniendo un estado autoritario, donde por razones tan burdas como el de la «circulación vial», se reprima, se coarte las garantías individuales, mientras el gobierno escapa de dar respuesta a las justas demandas. Los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación CNTE, son una organización independiente de su sindicato oficialista el SNTE. Ellas y ellos desde hace años han luchado por democratizar su sindicato y arrancarlo de caciques como Elba Esther Gordillo, dirigentes oficialistas que solo han servido a los planes del gobierno y el gran capital. Los maestros democráticos del CNTE luchan contra la corrupta estructura del SNTE. Ellas y ellos al igual que todos los trabajadores en México padecemos un gobierno sometido a las políticas de privatización y despojo de los servicios públicos. El Estado debería de procurar como lo marcan el espíritu de los orígenes de la educación pública en el país, o sea que sea: la educación un derecho de todas y todos, científica, gratuita y laica; que permita el desarrollo, no solo de las personas, sino de las comunidades a las que se deben, pues son sostenidas por el gasto público, riqueza que debería ser de todas y todos, para asegurar la salud, la alimentación, el trabajo digno y todos los derechos que fortalezcan a los pueblos. La CNTE lucha contra el proyecto neoliberal de despojo, defiende sus derechos como trabajadores y defienden el proyecto de educación pública, su mejora y alternativas a modelos pedagógicos de «los de arriba». El sindicato agrupa a más de dos millones de trabajadores de la educación, no todos participan de manera activa en la CNTE, en varios estados su lucha ha crecido al pasar de los años y de su trabajo. Entre sus historias se cuenta con páginas muy importantes de la historia del último medio siglo mexicano. Contingentes de todo el país han dado sus batallas por la defensa de sus demandas y vinculado su organización a la del pueblo en momentos de resistencia popular. 
De Chiapas a Sonora, como dice la consigna ellas y ellos, los maestros de la CNTE, han levantado luchas dignas y ejemplares, con mayor fuerza los que laboran y viven en las zonas marginadas del país, en donde resisten los explotados. El sur ha tenido mayor actividad en los últimos meses, pero en todo el país se ha hechos sentir su presencia y ha tenido sus coyunturas de movilización en distintos momentos. salud y libertad (((@)))